EL RETORNO – 21.7.2023

0
107
Un día, «El Chiriguano» cansado de la situación en Bolivia, decidió visitar a «La Madre India» para proponerle regresar a la selva. Descendió del lugar donde se encontraba, llevando un arco y flechas en la mano, y caminó hasta el segundo anillo, donde se encontraba la figura femenina junto a su hijo, evocando una imagen de amor materno.

Allí, le explicó que estaba cansado de escuchar sobre los asesinatos en el país, especialmente los dirigidos hacia las mujeres, los secuestros, los robos, las mentiras, la construcción de narrativas falsas, la impunidad generada por el abuso de poder. Además, argumentó que en la selva, vivían en una sencilla pero mejor calidad de vida. Recordó que las decisiones sobre la justicia las tomaban los mayores y los más sabios, y compartían lo poco que tenían.
La Madre India se conmovió por lo que escuchaba, pues ella misma había presenciado y escuchado situaciones similares. Aunque había experimentado momentos especiales cuando grupos de personas clamaban por la libertad a su alrededor, eso no era suficiente. Muchos de sus hijos sufrían las consecuencias de la tiranía, por lo que vio en la posibilidad de regresar a la selva con su hijo en brazos una oportunidad de escapar de ello. Después de un momento de reflexión, emprendieron el retorno junto a «El Chiriguano».
Mientras caminaban por el segundo anillo, pasaron frente al edificio de «El Deber», donde Don Pedro Rivero, que se encontraba en el lugar, los divisó y bajó para saludarlos. Con curiosidad, les preguntó a dónde se dirigían y notó la preocupación en sus rostros. Los invitó a tomar un café con unos cuñapeces y empanadas, ya que sentía un cariño especial por ellos. Aceptaron la invitación y compartieron momentos de diálogo.
Sentados a la mesa, el reconocido periodista recordó las palabras de su hijo, Pedro Rivero Jordán, expresadas en un editorial del periódico. Las compartió con sus nuevos compañeros de charla: «Vivir en tranquilidad, armonía y respeto en Santa Cruz de la Sierra se ha vuelto una quimera difícil de alcanzar. Bajo el peso de la ‘modernidad’, del abuso y de los malos hábitos adquiridos, esas condiciones han desaparecido casi por completo. Como la antigua y pequeña ‘amable ciudad’ de nuestros ancestros y de los gratos recuerdos. Donde la vida transcurría apacible, sin angustias ni sobresaltos. Con un crecimiento acelerado y descontrolado, la capital cruceña se ha convertido en la más poblada del país, y también en la que presenta más problemas en comparación con sus ciudades vecinas del eje central. Basta mencionar la inseguridad, el caos del tráfico, el deficiente servicio de transporte público y la ocupación arbitraria de los espacios urbanos. La situación se complica aún más cuando una comunidad tan diversa y mezclada como la nuestra no respeta las reglas básicas de convivencia, sin comprender que nuestras acciones pueden afectar a los demás. Adoptar comportamientos ‘prosociales’ es fundamental para los seres humanos y su vida en sociedad. Aquellos que actúan de manera ‘prosocial’ suelen ser más felices, saludables y viven más tiempo».
Los visitantes estuvieron de acuerdo con esas palabras tan bien expresadas, ya que sentían algo similar en lo más profundo de su ser. Compartieron con su amigo, el Decano del periodismo, su decisión de regresar a la selva. Don Pedrito, entristecido por la elección que habían hecho sus amigos, trató de persuadirlos para que reconsideraran su decisión, mencionando la importancia de la educación en el proceso. Sin embargo, ellos le agradecieron por los gestos amables que les había brindado y le expresaron su respeto y admiración, continuando su camino.
Cuenta la leyenda que encontraron una tribu en medio de la selva que los acogió. Vivieron felices hasta el final de sus días. En honor a «La Madre India» y «El Chiriguano», la gente siempre los recordó con mucho cariño.

 

No hay comentarios

Dejar respuesta