¿Santa Cruz contra Bolivia? ¡Santa Cruz pro Bolivia! – Willi Noack – 21.4.2006/23.4.2006

Hemos escuchado el discurso del Presidente del Comité pro Santa Cruz, dado en la Asamblea de la Cruceñidad del día 19.4.2006, iniciado con el credo “En Santa Cruz creemos que todos los bolivianos somos iguales.”

Lo que parecería ser una oposición contra el gobierno del MAS, en el fondo es el rechazo cruceño contra las políticas socialistas y la defensa de su modo de vivir y trabajar en paz social, con considerable éxito; un modelo tildado por la opinión pública de mucha gente en el interior y exterior de Bolivia como la locomotora económica de Bolivia. Se enfrentan la política socialista-comunista y la del libre mercado (economía social de mercado), aunque no se utilicen estos términos en los discursos. La protesta cruceña se dirige en muchos casos contra políticas sectoriales del gobierno central, rechazando síntomas de la causa de fondo: estos síntomas se originan en la filosofía diferente entre gobierno central y Santa Cruz, por ejemplo el Estado-empresario centralista contra la libre empresa privada. Esa es la pelea de fondo, es el meollo del problema. Los temas puntuales que se discuten (centralismo, autonomía departamental y municipal, ítems, Mutún, indigenismo y otros) son, reiterándolo, expresiones de la incompatibilidad de estos dos conceptos: del fracasado “modelo UDP” (léase: el socialismo-comunismo del MAS, localizado principalmente en el occidente) contra el exitoso “modelo Santa Cruz”, implementado principalmente en el oriente del país. En la disputa pública se debe llegar a tratar este tema de fondo y no solamente los síntomas. Santa Cruz defiende la democracia representativa y rechaza mayoritariamente la “democracia participativa” (léase: corporativa) con su “ Estado Mayor del Pueblo” tan cuestionado. Lo que el MAS llama “democracia participativa” no es democracia. No tiene nada que ver con la Participación Popular, hace 12 años implementada con gran éxito con la Ley 1551, pues no constituye un “co-gobierno”, si bien una participación en la planificación produciendo la población insumos en forma de su demanda. Y en el control social se creó una instancia, el Comité de Vigilancia, que complementa –teóricamente- la fiscalización a cargo de los concejales. En una verídica democracia representativa, el Congreso es el Estado Mayor del pueblo.

Un paréntesis respecto al caso del Mutún: la pelea de fondo es entre el socialismo y el capitalismo. Los socialistas insisten en que COMIBOL (que fracasó) explote el yacimiento, y los adversarios del MAS insisten en que la empresa privada se haga cargo pues la empresa privada ha generado progreso en Santa Cruz (si bien con fallas en la distribución de la bonanza). Es de temer que los socialistas hagan todo lo posible para postergar la decisión sobre quién va a explotar el Mutún hasta después de la Asamblea Constituyente. Después van a imponer que empresas estatales exploten otros recursos como la madera, el oro, el agua, por mencionar algunos. ¡Como si no existiera el caso deplorable del litio y los fracasados intentos, hace treinta años, de explotar con una empresa estatal el mismo Mutún…!

En un editorial EL DEBER consta: “Venimos escuchando, con excesivo pacifismo que puede ser tomado incluso por cobardía, una serie de términos descomedidos para referirse a nuestras instituciones más representativas. Esos términos que lisa y llanamente son agraviantes, escarnecedores, tienen como principal blanco al Comité pro Santa Cruz, del cual, lo menos denigrante que se dice es “antro de oligarcas””. El editorial termina advirtiendo que Santa Cruz es “…firme en sus principios y en sus luchas,…”

Jorge Landivar Roca observa: “Los cruceños con la pasividad e indiferencia que les es característica, observan, sin reaccionar, la ofensiva política y cultural promovida desde el gobierno, que atenta contra el modo de vida, sistema económico y costumbres de esta región.”

El MAS debe felicitarse por la incapacidad de sus adversarios ideológicos para formar una alianza. Los o­nce “dueños” de las agrupaciones en campaña por los asambleístas son conscientes de la necesidad de lograr una alianza, pero cada uno exige que sea bajo su mando: el fenómeno del principio del “mandamás”. Para tener legitimidad, el que lleva la batuta necesita el aval mayoritario de la población. La inmadurez consiste en no ponerse de acuerdo de que debe haber un “primus inter pares”. Se trata de un proceso electivo similar a la elección de un nuevo papa, donde los cardenales electores están obligados a señalar con humo blanco el “habemos papam”. Está en su derecho que cada uno reclame ser el líder. Pero significa poner intereses personales sobre el interés colectivo mayoritario de Santa Cruz. Felizmente que esta división observada entre candidatos no caracteriza la mayoría de los cruceños.

Es inconcebible que “líderes” paceños del sector empresarial se manifiesten contra los defensores de la economía social de mercado, la cual es el modelo que reconoce explícitamente la libertad empresarial. Pero es totalmente inconcebible que Santa Cruz no cierre filas para defender este modelo que le dio la posibilidad de convertirse en la impresionante locomotora económica de Bolivia. En concreto, es increíble que algunos egoístas no sepan controlar sus ambiciones personales cuando se trata de conformar un bloque homogéneo de defensores del modelo del libre mercado contra el modelo del socialismo-comunismo que va diametralmente contra las condiciones imprescindibles del éxito cruceño. o­nce grupos significan una fragmentación que posiblemente resultará en un fracaso.

La impotencia de conformar una alianza resulta de un egoísmo personal, grupal, familial, de resucitar como político clínicamente muerto, y causa un daño enorme a la posición cruceña y al país pues facilita con mayores posibilidades la concentración del poder en manos de grupos que desean instalar un sistema que la mayoría no favorece en Santa Cruz. Esta incapacidad de algunos de someterse al interés vital colectivo por prevalecer sus ambiciones personales representa en este momento la debilidad más peligrosa para que Santa Cruz pueda continuar con su progreso. Además que a la AC no van los destacados expertos constitucionalistas cruceños. Mirando más lejos, la falta de consensuar entre los mandamases de Santa Cruz hace difícil o imposible conseguir el liderazgo político nacional. Existe una amplia convergencia en cuanto a una visión compartida, y sin embargo se observa un egoísmo que resulta en la dispersión de esfuerzos.

El egoísmo de “lideres mandamás” tiene muchas manifestaciones, por ejemplo negar decididamente el respaldo necesario a la gestión del Prefecto Costas, con consecuencias negativas, pues si esta gestión no convence a la gran masa de la población boliviana, tomando en cuenta que la autonomía departamental es la bandera de Santa Cruz y del Prefecto Costas, la idea de la autonomía en sí sería lastimada. Es el momento de cerrar filas y eso requiere dejar de lado rivalidades. Los que persiguen fines egoístas merecen que se les muestre la tarjeta roja y la población debe saber, con nombres y apellidos, quiénes son estos señores.

Un gran peligro para la paz social en el país consiste en subestimar la firmeza cruceña de defender su modo de trabajar y vivir, lo que se documentó en la resolución cívica del 19.4.2006. Se burlan de Santa Cruz como león sin dientes, como león dormido, flojo, sólo dedicado a sus negocios privados. Pero este león manso va a defender sus negocios y su inversión, en fin, su modo de vivir, con gran determinación. Los socialistas deben escuchar atentamente y considerar seriamente los gritos de protesta contra sus imposiciones, programadas y todavía hábilmente camufladas (no se conoce el plan del gobierno, ni la Ley nacionalizadora de Hidrocarburos). Hemos escuchado en la Asamblea cívica voces conciliantes, pacíficas, pensando en municipios, provincias, el departamento SC pero también en Bolivia, como por ejemplo: “Una vez más la coyuntura política y social del país nos obliga a manifestar nuestra firme vocación democrática y defender nuestro modelo solidario de vida”, y “Queremos la consolidación de un modelo de desarrollo integral, participativo, con equidad, con justicia social, con respeto, igualdad y oportunidades para todos. Que busca el bienestar común.”, citando al Presidente del Comité, Germán Antelo. Iguales palabras fueron pronunciadas en la inolvidable concentración cruceña, el cabildo de 2005, cuando 350.000 personasexigieron autonomía.

Otro descuido se produce al no contrarrestar exitosamente los ataques socialistas-comunistas en la guerra mediática. TV7 llega a todo el país con una versión de la realidad parcializada con el MAS, mientras que la óptica de Santa Cruz no llega. El MAS utiliza hábilmente los medios de comunicación social masivos para imponer su versión, y pronto podrá manipular la opinión internacionall, conla adquisición del cinco por ciento de Telesur. Utiliza propaganda mentirosa sin dar pruebas, en la peor tradición de la “guerra fría” o de Hitler. INTERNET es el medio preferido de los izquierdistas; en GOOGLE se puede comprobar esta afirmación.

www.eforobolivia.org

www.riberalta-bolivia.com

NOTA: Este artículo de opinión será publicado en una versión corta en EL DEBER en fecha 23.4.2006

fecha: 2006-05-26 18:22:16
autor: Willi Noack