Melchor Pinto

El presente trabajo resume en gran medida la vida de un personaje inigualable, por su importancia para Santa Cruz. El Dr. Melchor Pinto Parada, en sus varias facetas, se distinguió y es el hombre que merece ser conocido y reconocido por los cruceños, bolivianos y gentes de otros lados, que valorarán al conocer los detalles de su vida, su sacrificio, su gran aporte a todo un pueblo, con su amor por el terruño, su don de gentes y su capacidad combativa y negociadora en su momento.

Melchor Pinto Parada

(1903-1982)

Conductor de las luchas cívicas de Santa Cruz

Patricio cruceño

He aquí este trabajo que resume la vida y obra de un personaje, un ilustre servidor público, gran catalizador que unió y supo armonizar las distintas tendencias y opiniones de los cruceños hacia un denominador común,

1. ENTORNO FAMILIAR

Nació en Santa Cruz de la Sierra el 14 de noviembre de 1903. Fueron sus padres don Melchor Pinto Sotelo y doña Sara Parada Arteaga. Casado con doña Leticia Peredo Zambrana, distinguida dama, delicada y cariñosa en el hogar y espartana en la adversidad. Con ella tuvo hijos, Lidia, Saúl, Melchor y Herman, que honran la estirpe y que son ejemplos de rectitud, de laboriosidad y de unidad familiar para Santa Cruz y para la Patria.

2. ESTUDIOS

Su instrucción primaria la realizó en el Colegio Seminario y secundaria en el Colegio Nacional Florida de su ciudad capital bajo el más estricto cuidado de su familia, la acertada y renovada dirección pedagógica del pedagogo argentino don Bernabé Sosa y la luminosidad espiritual de Monseñor Dr. José Belisario Santistevan, Santo Varón, Obispo de Excelsas virtudes. Concluye esta etapa como Bachiller en Humanidades del Colegio Nacional Florida en 1921 donde ejercía como Director el Dr. José Callaú, Maestro de Generaciones.

Luego haciendo gala de su irreductible carácter y de su interior vocación emprende el largo y penoso viaje atravesando los valles y el altiplano de la Cordillera Andina para llegar a Santiago donde se gradúa como médico cirujano en la Universidad de Santiago de Chile como un aventajado y destacado alumno. Decidió volver a su terruño que por aquel entonces no le ofrecía muchas perspectivas, cuando otros preferían quedarse en la Meca, como se consideraba en la época a Santiago.

3. DE VUELTA A CASA

Personaje que en torno al Comité Pro-Santa Cruz asumió el reto de conducir la reacción del pueblo cruceño contra el despojo consumado por el artículo 104 del Código del Petróleo (1955) que ponía en manos de otro destinatario la regalía, provocando la exacerbación colectiva en 1957. Resistencia que se manifestó en los cabildos, marchas de hombres y mujeres, paros, las huelgas y protestas callejeras de un pueblos sin servicios de agua potable, sin energía eléctrica y sin alcantarillado, hasta que el pueblo ñuflence reconquistó a plenitud el patrimonio de su pertenencia (la regalía del 11% de la producción bruta en boca de pozo), que efectivamente, tal como lo tenía previsto la dirigencia cívica, garantizó el progreso gradual de su principal centro urbano, y ha servido de palanca del desarrollo agropecuario de la región que era la medida prioritaria de despegue para transformar el semblante del país.

4. PATRICIO

El pueblo cruceño estancado por más de una centuria de vida republicana, encontró en él una amplia receptividad y la idea matriz que encarnaba sus aspiraciones de progreso, y cuando se le negaba elementales derechos de participación de sus ingentes riquezas petroleras, con su genial intuición, encontró su líder para luchar, y cuando la batalla fue ganada, con muchos sacrificios para él, su familia y el mismo pueblo, lo consagró como su Patricio, honroso apelativo con que hoy todas las gentes de Santa Cruz y del Oriente lo cita.

Los acontecimientos sucesivos, las represalias del régimen oficialista de antaño, el aumento de violentos y sangrientos conflictos, el destierro, el mote de separatistas y toda una secuela de infortunios y contratiempos, por solo haber cumplido y defendido el derecho de Santa Cruz al usufructo de las riquezas naturales de su propio suelo resaltó la conducta rectilínea e insobornable de Melchor Pinto Parada y con él, triunfó la justicia y la razón de un pueblo.

El Dr. Melchor Pinto Parado, un hombre simbólico de Santa Cruz, durante el siglo pasado, dentro del acontecer cívico y político, ha marcado claramente una época de irreversible progreso y ha señalado definitivamente el camino a seguir del pueblo cruceño, en lo que respecta a la defensa intransigente de su integridad territorial, de su cultura, de su acervo nativo e hispano, de sus reservas naturales, y en fin, de todo lo que singulariza a nuestro pueblo dentro del consenso nacional y continental.

5. CIUDADANO

Como tal ha sido toda una expresión vigorosa que siempre defendió con altura y hombría los deberes y derechos ciudadanos normados por preceptos universales y constitucionales que informan el andamiaje democrático del Mundo Occidental. A través de su vida dio ejemplo de cumplir religiosamente con sus deberes y derechos de ciudadano y por ello desde cualquier situación ha exigido el mismo trato de todos sus coterráneos y conciudadanos, ha sido irreductible en su posición intransigente para exigir el cumplimiento de la Ley.

6. EL MÉDICO

Dijimos antes que estudió en Chile y a su retorno, a fines de la década de 1920, el apuesto, ágil, ejecutivo y jóven médico llegó a Santa Cruz a revolucionar la medicina con sus operaciones quirúrgicas. Y así fue, expuso en adelante su brillante capacidad de médico para mitigar y sanar con acrisolada humildad a todos sus enfermos, carisma y admirable sujeción a su juramento hopocratesiano. Resalta su amor por los humildes y una sana y humanitaria filantropía médica con la gente de escasos recursos y sus amigos.

Sirvió a la patria como médico en la Guerra del Chaco en Hospitales de Sangre con el alto grado de Coronel. Llegó a ejercer el cargo de Cirujano Jefe del Hospital Central de Villamontes.

Director del Hospital San Juan de Dios, donde trabajó como clínico y cirujano.

A tiempo de condecorarlo el ex canciller de la República Mario Gutierrez se refería de ésta manera: «Pese al acelerado avance de la medicina, pasará mucho tiempo para que el pueblo cruceño tenga un galeno con la personalidad y seguridad de su ciencia, como lo ha sido el Dr. Pinto Parada, quien no se detuvo en detalles, siempre confió en su cerebro y en sus manos que lo llevaron a extirpar las dolencias desde su misma raiz, cuanto y cuantos no le seguimos debiendo todavía por su acertada operación quirúrgica a nuestros padres, a nosotros mismos o a nuestros hijos».

7. EN LA U.A.G.R.M.

Ejerció la cátedra de Medicina Legal en la U.A.G.R.M. y también fungió como Rector de la superior Casa de Estudios de Santa Cruz.

El Dr. Melchor Pinto destacó en su paso por la Universidad, y su nombre está entre los destacados que sirvieron desde allí a Santa Cruz.

El Dr. Rolando Roca Aguilera, en una Reseña Histórica Universitaria (1993), lo resalta junto otras figuras estelares del seno de la Universidad, refiriéndose entre profesores y rectores ilustres que condujeron la misma, entre otros de la siguiente manera: Felipe Leonor Ribera, gran defensor de la heredad nacional, políticos y jurisconsultos de la talla de Neptalí Sandoval, Cástulo Chávez, Julio A. Gutiérrez, exponentes de la historiografía como Plácido Molina Mostajo, científicos como don José Benjamín Burela y Noel Kempff Mercado, auténticos defensores de los derechos regionales como Uldarico Zambrana y en la época de la autonomía jurisconsultos, escritores y literatos como Romulo Herrera, Celso Castedo Barba, Julio Salmón, Lucas Saucedo, Leonor Ribera Arteaga, Manuel José Justiniano, Raúl Otero Reiche, Hernando Sanabria, Antonio Landívar Serrate. Líderes Cívicos como los Drs. Melchor Pinto Parada, Roque Aguilera Vargas y otras personalidades que hacen posible el progreso universitario y de Santa Cruz.

8. POLÍTICO

Fue designado Alcalde Municipal por el cuerpo de ediles elegidos en 1948. Ministro de Salud Pública durante el gobierno de Hertzog.

9. FILOSOFÍA

Como político diremos que su filosofía es universalista del tipo de Emerson y Nietzche, que ha creido del valor del hombre como hombre y que su dialéctica es su naturaleza física, su educación y su desarrollo social de acuerdo a sus posibilidades económicas en el medio geográfico en que se desarrolla. Jamás se preguntó: Será el hombre una equivocación de Dios? O Dios una equivocación del hombre?. De éste modo siempre creyó en los valores eternos de la fe y por consiguiente, el ateismo una posición degradante que niega la razón y los valores espirituales de la humanidad.

10. LÍDER CÍVICO

En 1957 se le nombró presidente del Comité pro-Santa Cruz.

Esta elecciòn se realizò en forma democràtica, con participación de la absoluta mayorìa de los delegados,acreditados por sus organizaciones. El proceso se desarrollò en la Alcaldía Municipal de Santa Cruz, lo que es hoy la Casa de la Cultura, el Dr. Pinto ganò los comicios frente a su adversario Oscar Landìvar Antelo.

Una de las primeras medidas tomadas por su directorio fue la de vincularse con los pueblos del oriente, Beni y Pando, como con las demás provincias del departamento, lo que produjo la creación de Sub-comités o Comités provinciales afiliados a la organización matriz, con lo que se logra una unidad espacial debido a la aspiración común de la comunidad oriental.

Prioritaria también fue la formación de comisiones de estudio de los problemas locales y los originados en el conflicto de la región con el Estado. Para ello se crean comisiones legales, de ingenieros y arquitectos, y la más importante la comisión liquidadora de las regalías, que trabajó intensamente para establecer el monto adeudado por YPFB al entonces llamado Comité de Obras Públicas (hoy Cordecruz), desde la promulgación de la Ley Busch hasta el año 1957.

Decía el Dr. Pinto en aquellos días: » El Comité pro-Santa Cruz se ha reorganizado bajo augurios, propósitos nobles y la resolución irrevocable de servir a los altos intereses de nuestra comunidad. Y para ello, el Presidente que os habla se propone, con carácter de urgencia, la consideración de tres objetivos inmediatos cuya realización depende de la buena voluntad del excelentísimo señor Presidente de la República. Ellos son: 1º. la promulgación de la Ley sancionada por el Con greso Nacional, referente a la interpretación del Art. 104 del Código del Petróleo… pues, la autonomía financiera que nos proporcionaría el producto de las regalías sería la única fuente para solucionar los problemas de obras públicas de nuestra ciudad…»

«2º. La transferencia dal departamento del monto económico de 237.800.000 Bolivianos, que según el informe del representante de la Casa Grace y Cia., estarían a libre disponibilidad del Gobierno Nacional. Tal suma de dinero que es del pueblo por que pagó el sobreprecio de los productos de primera necesidad que consumió, deberían ser invertidos en dichas obras de beneficio local…»

Como líder cívico fue todo un ejemplo de valentía y entereza para defender a su pueblo contra todo tipo de amenazas y acechanzas hasta llegar al sacrifico de él, de su familia y de sus intereses, marchando al ostracismo sin decaer en su empeño que había dado una bandera de lucha a Santa Cruz y al Oriente que era el Comité Civico y todo un éxito para su progreso al haber conseguido la aprobación y cumplimiento de la Ley de Regalías Petroleras.

11. EL COMITÉ QUE PRESIDIÓ Y SU INFLUENCIA

El llamado «comiteismo» o lo que son los diversos comités cívicos que existen en Bolivia tuvieron su origen en Santa Cruz, cuando en 1950 se fundó el Comité Pro-Santa Cruz, que buscaba una mayor atención del Gobierno central y, concretamente, la participación del departamento cruceño en las regalías del 11 por ciento, que por concepto de exportación de petróleo le correspondían de acuerdo a una ley promulgada por el presidente Germán Busch en 1938.

A lo largo de los años 50 se produjo una verdadera insurgencia en Santa Cruz, liderada por Don Melchor Pinto Parada, demandando al gobierno del MNR el cumplimiento de esa ley, lo que se logró no sin airados alegatos y, finalmente, enfrentamientos en los que hubieron lamentablemente víctimas fatales.

Luego de que el Comité Pro Santa Cruz se convirtió en un abanderado de las reivindicaciones regionales y se organizó como expresión democrática del pueblo cruceño, los otros departamentos siguieron los mismos pasos, pero en ningún caso con el consentimiento ni la fuerza del primero, simplemente porque no tuvieron la representatividad del Comité Pro-Santa Cruz, que, luego de más de medio siglo, continúa influyendo grandemente, debido a que tiene en su seno a más de 300 entidades que representan a casi todos los sectores sociales.

En estos tiempos, cuando el tema de las regalías se hace más importante por las perspectivas del gas, cuando las regiones quieren obtener regalías de otros rubros, cuando el país avanza decididamente hacia un régimen autonómico, el «comiteísmo», ha vuelto a tomar fuerza en todos los departamentos de Bolivia.

Se pensaba que luego de los gobiernos dictatoriales y restituida la democracia, los comités cívicos habian perdido su sentido, ya que las demandas regionales estarían respaldadas por las brigadas parlamentarias. Sin embargo, se ha visto en el último tiempo que los parlamentarios están respondiendo más a sus regiones que a sus partidos o sus jefes. Es decir que los comités –en el caso cruceño es más evidente- son un poder real que han ganado un lugar cada vez más creciente.

Este comité fue el que Melchor Pinto P. convirtió en atalaya y promotor de progreso.

12. CONSAGRACIÓN DEL PATRICIO

Pocas han sido las personalidades históricas y próceres, que en vida han tenido la íntima satisfacción de ser consagrados por el consenso general de sus pueblos. Dentro de estas excepciones, está el caso de nuestro Patricio, el Dr. Melchor Pinto Parada, que en la plenitud madura de su existencia y en la declinación de sus años, saboreó muchas satisfacciones con que su pueblo ha correspondido sus desvelos y sacrificios mediante menciones y nominaciones honrosas de calles, avenidas como la continuación de la Calle Sucre y la principal del Barrio Ramafa, plazas y escuelas, distinciones especiales y condecoraciones como las siguientes: el Cóndor de los Andes, impuesta por el Gobierno del Gral. Bánzer un 24 de septiembre, en 1972, Medalla del «Gran Grigotá», conferida por la Prefectura del Departamento, la «Gran Loseta», impuesta por el Comité de Obras Públicas, durante la gestión del Ing. Mario Foianini, medallas de oro conferidas por el Rotary Club de Santa Cruz, del Colegio La Salle, de la Sociedad 24 de Septiembre, de la Universidad Gabriel René Moreno, de la Alcaldía Municipal de Portachuelo, del Comité Cívico de Montero, del Hospital San Juan de Dios, del Comité Pro-Santa Cruz, entregada por el Dr. De Chazal, medalla de plata impuesta por el Embajador de la República del Brasil.

Hay que resaltar que en todos estos actos de reconocimiento y consagración con que se ha distiguido al Dr. Pinto, siempre estuvo acompañado en esos gratos momentos por su esposa y sus hijos, no solo aquí en la ciudad de Santa Cruz, sino en las provincias y localidades donde se le requirió para homenajearlo, demostrando una invariable conducta de señera solidaridad familiar con las luchas, sacrificios y desvelos del patricio que también han sido suyos.

13. SER SOCIAL

Como tal al servicio de su pueblo, siempre campeó la recidumbre de su personalidad: honestidad acrisolada, energía en sus determinaciones, desinterés personal en sus propósitos y clarividencia en el destino nacional y de su pueblo. En todas sus facetas de dirigente, un triunfador por su altura de miras, inteligencia para conducir, franqueza y sinceridad en sus planteamientos.

Sus coterráneos lo admiraron siempre cuando lo vieron con su innata e indeclinable prestancia y señorío elevando en grado superlativo las elevadas funciones que ha desempeñado. Pues al márgen de los cargos antes nombrados, fue tambien presidente del Club Social 24 de Septiembre, del Rotary Club, y socio honorario y activo de la mayor parte de las instituciones sociales cruceñas.

14. DESDE LAS ALTURAS

Los Tiempos de Cochabamba, en oportunidad de homenajes y distinciones que en la fecha (1977) se entregaban a don Melchor Pinto, entre otras palabras publicaba:

…»Personaje de los más representativos en la nueva etapa del civilismo del hermano departamento de Santa Cruz, es indudablemente el Dr. Melchor Pinto Parada, cuya digna y austera ejecutoria no es grato poner de relieve en oportunidad de este 24 de septiembre».

…»Importante es destacar el personaje, identificado permanentemente con los justos anhelos de su pueblo, asumió decididamente la defensa de sus más altos intereses de progreso y engrandecimiento. Un innegable «nervio de varonía» lo demostró tambien en la palestra de las luchas cívicas, ora como Presidente del Comité pro-Santa Cruz, ora en momentos dramáticos cuando las ordas mivimientistas, en represalia a las patrióticas protestas y reclamaciones del pueblo cruceño, consumaron en mayo de 1958, la sangrienta acción de Terebinto».

…»Don Melchor Pinto Parada ocupa actualmente un sitial de honor en el seno de la sociedad boliviana y ejerce muy merecidamente el patriciado de Santa Cruz.»

«Los Tiempos, se complace en expresarle sus mas sinceros y cordiales parabienes, en oportunidad de los nuevos homenajes y distinciones de que es objeto».

(«LOS TIEMPOS». 24/IX/77).

15. «A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS» (Melchor Pinto Parada)

En el ocaso de su existencia el Dr. Melchor Pinto publicó en un folleto editado por el Rotary Club de Santa Cruz en 1975 un artículo que lo muestra, a pesar del quebranto de su salud, firme al pie del cañon, refiriéndose y demandando en esta publicación con un mal que acechaba en la época a Santa Cruz. Decía:

…» Las informaciones que se tienen sobre el incremento de la fabricación de estupefacientes y alucinógenos en nuestro país, son realmente muy graves y el gobierno nacional está forzado a tomar medidas adecuadas para liquiedar esta terrible tragedia que confronta nuestro pueblo, que está casi indefenso ante la magnitud del problema a toda la la Nación, especialemente a su juventud, sin distinción de sexo, condición social o económica. El Gobierno de la Nación, que hoy está exclusivamente bajo la responsabilidad de las Fuerzas Armadas puede, con carácter prioritario, iniciar una lucha sin cuartel contra esta amenaza de muerte que se cierne sobre la juventud, que constituye nuestro más preciado patrimonio«.

» El gobierno presidido por el Gral. Bánzer, que tiene la totalidad del poder político y económico en sus manos y que goza del respeto de la ciudadanía, tendrá que actuar con voluntad inquebrantable hasta aniquilar los propósitos de anular a nuestras poblaciones que, hasta hace pocos años, no concocían estos vicios que destruirán totalmente en lo físico, como lo espiritual y moral a los habitantes de Bolivia.»

«Ningún problema que pueda tener o presentarse en nuestra patria es de tanta gravedad como el que señalamos, con el consumo masivo e incontrolado de estupefacientes y alucinógenos.»

» Las Fuerzas Armadas como institución tutelar de la Patria, habiéndo oficialmente declarado que asumen la totalidad del Poder y responsabilidad de guiar a la Nación, tienen que actuar con indeclinable energía y considerar medidas radicales para salvar la vida física, moral y espiritual de los habitantes bolivianos residentes en el territorio patrio, y éstas previsiones serían:

«1.- Destrucción total de los sembradíos de plantas de coca y marihuana que se encuentran en el territorio nacional».

» 2.- Aplicar sin discriminación de ninguna clase, las leyes ya en vigencia dictadas dentro del Gobierno nacionalista del Presidente don Hugo Bánzer Suárez, en Diciembre de 1.973 (Ley 11245). Las previsiones de ésta Ley son atinadas pero no cumplen y se contempla en forma muy clara que los «encausados» por delitos de fabricación, comercialización y consumo de estupefacientes y alucinógenos no pueden gozar de los beneficios de libertad provisional y las penas varían entre 15 a, 30 años de cárcel y 50.000 a 100.000 pesos bolivianos de multa.»

» 3.- Aplicación de sanciones ejemplarizadoras a los fiscales y jueces condescendientes y autoridades de la policia especializada «INTERPOL», que actuén contra las clarísimas previsiones de la «Ley nacional de Control de Sustancias Peligrosas» (estupefacientes) de 20 de diciembre de 1.973″.

» 4.- Pérdida de los derechos civiles a las personas que fabriquen cocaina, marihuana y a los que la comercialicen».

…»Como profesional médico y como simple ciudadano, exhorto a las autoridades nacionales y departamentales, a que cumplan con sus deberes y emprendan la lucha vigorosa para liberar a nuestros hijos, nietos y gentes de diferentes niveles, que ya han caido en la pendiente torturante del vicio, vicio repugnante que degrada en toda forma a la persona humana.»

…»El Gobierno, las Instituciones del país y las persona de buena voluntad que quieran sumarse a esta campaña de liberación de los bolivianos, al final tendrán la gratitud eterna de la Patria que sólo debe y en primer lugar, aspirar a tener hijos sanos y aptos para el servicio generoso de las necesidades de la Nación, del terruño y los hogares, para qaue, en conjunto, formen la Patria ideal, fuerte y capaz de reivindicar lo que se nos arrebató por la fuerza hace casi un siglo.»

…» Declaro que en mi concepto, el principal problema que debe enfrentarse hasta solucionarlo, es el exterminio de la provisión de materias con que se elaboran las drogas alucinógenas y estupefacientes y las sanciones prevista en la Ley Naciona de Contro de Substancias peligrosas: Ley muy clara y que los encargados de aplicarla siempre actuan con criterio errado, distinto al de los personajes que elaboraron la Ley. Fue calificada esta Ley como inoperante, como inútil. Y la verdad es otra y podemos decir que no fue la ley mala, sino la falla humana, es decir de los encargados de aplicarla y esto es lo que prioritariamente debe corregirse con seriedad y alto espíritu de servicio a la vida física y moral de los bolivianos. El Presidente de la República y las Fuerzas Armadas, tienen que meditar profundamente sobre el problema en que se debaten todos los hogares bolivianos con desgarradora preocupación, inquietud y sufrimiento». (Santa Cruz 6 de septiembre de 1.975)

16. EPÍLOGO

Como vimos el Dr. Pinto Parada fue fiel intérprete de los sentimientos del pueblo y connotado caudillo de sus grandes luchas cívicas. El adelanto portentoso al que hoy asistimos en Santa Cruz, con una ciudad dotada de pavimento, servicios públicos, se lo debemos en gran parte y medida, a ese hombre que supo ponerse a la cabeza de los cruceños para recuperar las regalías petroleras que se trataban de escamotear a este departamento y que fueron consagradas en su favor por un decreto ley del Presidente Bush.

Falleció el 4 de diciembre de 1982.

ANEXOS

Versión del Dr. Melchor Pinto Parada sobre las dos incursiones punitivas a Santa Cruz y sus destierros. (Dr. Melchor Pinto Parada, arquetipo y vigía de la cruceñidad. Alfredo Ibañez Franco).

«La invasión y ocupación de la ciudad de Santa Cruz por fuerzas irregulares de campesinos y mineros, que es un episodio humillante y vergonzoso para nuestro pueblo, se verificó en dos oportunidades en el transcurso de dos años, por disposición del Presidente Hernán Siles Suazo y sus lugartenientes, Guevara Arze y Cuadros Quiroga, a la sazón Ministros de Gobierno.

Fueron los años 1958 y 59. que según el mismo Siles Suazo, las justificó cínicamente en su Mensaje Presidencial al Parlamento, dando cuenta del Estado de Sitio para Santa Cruz, diciendo que su gobierno «tenía evidencias de existir un movimiento anexionista y separatista alentado por un país vecino».

«La revolución del 14 de mayo de 1958 no obstante que el sub-jefe de Falange, Dr. Mario Gutiérrez G. declaró públicamente su paternidad a todo trance se quería complicar a mi persona y a la entidad cívica del Comité. El comité lo único que hizo fue protestar y hacer conocer su indignación por los asesinatos en masa en Terebinto cometido contra un gruido de universitarios».

«Fue en ésas circunstancias en que fui notificado por el senador Rubén Julio Castro, representante del Presidente Siles de mi exilio. Salí a la Argentina, estuve en Buenos Aires tres meses, mientras que se realizaba las elecciones del Comité, bajo el mando del vice don Lorgio Serrate. El resultado de esa elección fue que mi persona y Serrate fuimos reelectos por unanimidad. Se pidió entonce al Presidente Siles mi retorno y accedió. El recibimiento brindado a mi persona fue apoteósico, como nunca antes se había hecho. El pueblo me recibió en el aeropuerto y desde allí me llevaron hasta la Plaza 24 de septiembre, donde hablé para la inmensa muchedumbre agradeciéndole por la adhesión a mi persona, sincera y desinteresada, y que sabría responder hasta sus últimas consecuencias.»

Al Perú.

«La cacería humana comenzó en la ciudad y se prolongó al campo en persecución de unos 300 jóvenes que buscaron protección en la zona norte del departamento, los cuales fueron capturados prisioneros y remitidos a La Paz donde sufrieron aparte de la prision, las inclemencias del clima y la falta de recurso. Esta operación militar envolvente, seguida de una secuela de humillaciones y vejámenes de todo tipo, fue comandada por el General Rivas Ugalde, que no obstante de pertenecer al Ejército Nacional, comandaba fuerzas irregulares de campesinos y mineros que en cierto momento no aceptaron ni la mediación del Obispo Rodríguez cuando recibió un culatazo de un ucureño, por defender a un prisionero».

«Yo permanecí en la ciudad refugiado en varios lugares que me brindaron mis buenos amigos en esta emergencia. Primero el Dr. Abraham Telchi, tres días. luego la Sra. Julia Ramírez de Melgar y por último el obispo Luis Rodríguez Pardo, donde recibí un documento de «RENDICION» de mi persona y una «ORDEN» también de rendición para la juventud que en esos momentos se encontraban en la selva del norte cruceño. Es último documento ya tenía las firmas del prefecto, del Ministro de Defensa, de un Coronel y varios Generales Comandantes de las Fuerzas de Ocupación de Santa Cruz. El documento también estaba suscrito por el Obispo, el Dr. Telchi y el Sr. Calvo Cronembold».

El documento de rendición me fue entregado por Monseñor Rodríguez y el Padre Carlos Gerike, seguramente con el fin de salvaguardar mi seguridad personal. Del texto no me fue posible obtener una copia, pero su contenido era humillante y vejatorio para la dignidad del cruceño en general y del Presidente del Comité Pro-Santa Cruz.»

«Más o menos el tenor era el siguiente: 1. Reconocía que los ejecutivos del Comité eran responsables de todo lo que sucediera como consecuencia de la movilización armada contra Santa Cruz. 2. Entrega total del supuesto armamento que tuvieran los elementos que por disposición del Comité se replegaron hacia el Norte de la ciudad. 3. Todos los menores de edad depondrían las armas y serían enviados a La Paz al reformatorio de Menores por dos años. 4. Los padres de éstos menores sufragarían los gastos de mantención que demandara su alimentación en su prisión de La Paz. 5. Todos los mayores de edad depondrían las supuestas armas que tuvieran, declarando ser responsables de todas las consecuencias de la movilización armada efectuada en Santa Cruz y permanecerían en la Cárcel.»

«Indudablemente este documento era un monumento de maldad que vejaba al pueblo y a sus elementos más destacados. Por eso mi respuesta al Obispo que me invitó a firmar, fue la siguiente: «Prefiero morir antes de firmar ese documento».

«El fin, naturalmente , era decretar la muerte civil de quien o quienes hayan firmado el tantas veces referido documento.»

Mi esposa me envió una carta que textualmente me decía: » Por Dios no firmes nada que signifique humillación para tu pueblo y tu persona».

Sin precisar la fecha exacta fue obligado a salir al Perú, en compañía de su hija menor de 13 años entonces, Rosario, y su hijo político el Ingeniero Calos Aponte Tineo. La visa correspondiente, les fue enviada por un sacerdote extranjero que venía con la instrucción del Ministro de Gobierno.

El viaje fue toda una odisea, desde el principio, pués la orden de que debía despegar de inmediato (eran la 4 de la mañana) era incumplida por los pilotos pues había mucha niebla. Luego tuvimos que descender en Arequipa por falta de combustible. Allé aduciendo deudas atrasadas se negaban a abastecernos. Al final el Dr. Pinto tuvo que cubrir el monto para así llegar a Lima, destino final. El aterrizaje en la capital de los Virreyes igualmente fue un tormento, ya que luego de 5 intentos fallidos, pues los pilotos no conocías el aeropuerto, al sexto logramos tocar suelo, eso sí fuera de la pista.

En Lima.

«En esa bella ciudad –afirma el Dr. Pinto- donde debería permanecer obligadamente durante cinco años, mis primeras previsiones como buen boliviano que me precio, fue no responder al asedio de la prensa a mi arribo y cuando respondí a sus insistentes requerimientos, los hice sin lesionar lo más mínimo a mi país, ni al Gobierno de aquella época. No obstante la capacidad profesional, mia y de mi hijo, el Dr. Hugo Pinto, ambos médicos, y los Convenios Bilaterales en esta materia, entre Bolivia y Perú, no pudimos trabajar en Lima. Esto se debería tomar en cuenta, en nuestro país no se le niega el trabajo a nadie.»

«Sin embargo la acogida que nos dio la colonia boliviana fue muy cordial y afectuosa. Transcurrieron 5 años en fraternal amistad, aunque yo con problemas de salud, tanto que en algún momento, estuvo en riesgo mi vida.»

El regreso.

«El regreso a la tierra camba, a la casa solariega para reunirse con toda la familia y volver con todos los amigos, fue muy emotivo y reconfortante. Todos nos recibieron con cariño.

«Había pasado la furia del torbellino sin doblegar mi espíritu, aunque mi cuerpo un poco enfermo, con los mutuales, comencé a reorganizar el Comité y en esta su otra etapa de vida y de trabajo, su primer presidente fue el Dr. De Chazal. La ciudadanía y el pueblo en general, quedó satisfecha que su primera entidad cívica haya recobrado nueva vida para seguir luchando por los altos y permanentes intereses de Santa Cruz.»

El regreso del exilio. (Ñanderoga, Hernán Ardaya Paz)

…Al amparo de la amnistía política decretada, correspondía regresar del exilio al Dr. Melchor Pinto Parada. Su llegada había sido señalada para el 18 de julio. La Unión Juvenil Cruceñista, en colaboración con todas las demás instituciones locales, prepararon una grandiosa recepción, sujeta a programa especial.

Desde las primeras horas de la indicada fecha, gran cantidad de camiones, cedidos voluntariamente por sus propietarios, comenzaron a llegar a la ciudad, procedentes de las provincias próximas, repletos de personas de toda condición social, edad y de ambos sexos, dirigiéndose presurosos hacia el aeropuerto. Del mismo modo, gran cantidad de público de la capital se dirigía en una interminable caravana de movilidades con la misma dirección y con el mismo propósito: esperar al Presidente del Comité Pro-Santa Cruz Dr. Melchor Pinto. Hombres de toda condición y edad, perfectamente organizados, esperaron durantes largas horas en el aeropuerto.

Recién a horas 12.30 aterrizó la aeronave que conducía al personaje tan ansiosamente esperado que llegaba en compañía de su esposa. Miles de pañuelos y sombreros se agitaron en el aire cuando el presidente de la institución Cívica se hizo presente en la escalerilla del avión para inicial el descenso. Por un momento quedó extasiado e inmóvil, como si no diera crédito a lo que sus ojos contemplaban. Le parecía increíble que ese pueblo tan sojuzgado y ultrajado pocos días atrás, hoy se pusiera nuevamente de pie, como un solo hombre para dar la bienvenida a quien representaba la realización de sus más caras aspiraciones, mientras lanzaba un reto viril a sus verdugos. Su mirada se nubló y un frío sudor corrió por sus mejillas, se sentía orgulloso de ser hijo de un pueblo que no admitía la esclavitud sino como una desgracia pasajera y que sabía sacar provecho de sus desventuras. Mudo de suprema emoción, inició el descenso lentamente para ser recibido por representantes de todas las instituciones con ramos de flores y cálidos abrazos.

El ingreso a la ciudad constituyó una marcha realmente apoteósica. Columnas interminables de vehículos y personas en correcta formación acompañaban el auto descubierto en el cual avanzaban el recien llegado y su esposa.

Una vez en la plaza «24 de septiembre», se formó la tribuna en los balcones de la H.Alcaldía Municipal, desde donde hicieron uso de la palabra, las autoridades del Comité, y todos los representates cívicos de Santa Cruz. Luego El Dr. Pinto se dirigió a su pueblo con palabra emocionada por tan inesperada recepción, agradeciendo por el vibrante homenaje que comprometía su total consagración a la lucha por las conquistas cruceñas.

Observadores imparciales calcularon una reunión de 25.000 personas en el acto. (50.000 era la población estimada de la ciudad).

La magnitud del acontecimiento hizo temblar a los esbirros del gobierno, pues comprendía que el pueblo cruceño nuevamente se hallaba unido y de pie en torno a la persona del máximo exponente de sus más caras aspiraciones. Su indignación subió de punto cuando recordaros que ellos jamás fueron objeto de una manifestación espontánea de tales proporciones. Ni en los primeros tiempos del MNR, cuando aún existían sectores de la población para quienes constituía una esperanza, pudieron merecer una aglutinación de voluntades tan sólida y conjuncionada.

Sus temores no eran infundados. Pronto el pueblo encontraría la oportunidad para hacer morder el polvo de la derrota a sus verdugos.»

BIBLIOGRAFÍA

– Dr. Melchor Pinto Parada

Arquetipo y vigía de la cruceñidad

Alfredo Ibáñez Franco

– Personajes Cruceños

Angel Sandoval Ribera.

– Los Comités Cívicos en el país ¿representan?

Editorial del periódico La Razón.

– Reseña Histórica Universitaria

Dr. Rolando Roca Aguilera.

-Surutù «La retirada Estratègica»

Dr. Isaac Sandoval Rodríguez.

-Ñanderoga

Hernán Ardaya Paz

Autor:

Oswaldo Roca Añez